sábado, 7 de junio de 2008

#1

Mis manos desnudas exigen una explicación . No quiero esto para mi vida, no quiero esta mierda de mundo para mis hijos, es por eso que me encuentro en este camino, no quiero cambiar tu forma de pensar. Corazón resignado tu ya debes tener, con tantas mentiras en tu vida, viviendo la mentira de ellos, viviendo mi propia verdad. No te quiero imponer lo que yo sé. Quiero que te des cuenta por tus ojos. Y el hombre cada día mata mi árbol, quemando mis libros y matando a mis hijos.

1 comentario:

Camila Ibáñez E. dijo...

Ensèñame a mirar otra vez.
(nunca màs solo, esa es la praxis del amor)